2. ¿CUÁLES SON LAS LIMITACIONES Y LOS OBSTÁCULOS A LOS QUE SE ENFRENTAN LAS MUJERES DEBIDO A SU POSICIÓN DESIGUAL EN EL MERCADO LABORAL?
La pregunta de por qué apoyar e invertir en el empoderamiento económico de las mujeres puede responderse fácilmente al observar el contexto general y las cifras, tanto mundiales como europeas.
A nivel mundial, la participación de las mujeres en el mercado laboral es inferior a la de los hombres. Según las estadísticas de la OIT (4, p. 7), a nivel mundial la brecha de género en la participación en la fuerza de trabajo fue del 26,5 % (75,0 % de hombres frente al 48,5 % de mujeres) en 2018. En Europa del Norte, del Sur y del Oeste, la brecha de género en la participación en el mercado laboral era del 11,9 % (63,4 % de hombres frente al 51,6 % de mujeres) y en Europa del Este del 15,2 % (67,0 % de hombres frente al 51,8 % de mujeres).
Según ONU Mujeres: Hechos y Cifras: Economic Empowerment (5) la situación en el mundo del trabajo a nivel global muestra claramente que las mujeres sufren posiciones de desventaja en el mercado laboral. A continuación, resumimos los hechos clave y mostramos datos estadísticos (centrados en el contexto europeo) que ilustran las siguientes afirmaciones:
- Las mujeres tienen menos probabilidades de participar en el mercado laboral que los hombres, están sobrerrepresentadas en los trabajos a tiempo parcial, en el empleo informal y en el vulnerable y, en algunos países, son discriminadas legalmente.
Según los datos recogidos por ONU Mujeres, la tasa de actividad de las mujeres de 25 a 54 años es del 63%, frente al 94% de los hombres. A nivel mundial, más de 2.700 millones de mujeres tienen restricciones legales para elegir el mismo trabajo que los hombres.
- Las mujeres tienen más probabilidades de estar desempleadas que los hombres
Las estadísticas de la Organización Internacional del Trabajo (4) muestran que, a nivel mundial, la tasa de desempleo en 2018 ascendió al 5,2% para los hombres y al 6,0% para las mujeres. La proyección muestra una tendencia relativamente estable hasta 2021. Según EUROSTAT (6), la tasa de desempleo en la UE fue del 6,6% para los hombres y del 7,1% para las mujeres en 2018.
- Las mujeres cobran menos que los hombres
La llamada brecha salarial de género muestra la diferencia relativa en los ingresos brutos medios por hora de mujeres y hombres. Según EUROSTAT (7), las mujeres de la UE ganaron de media un 16% menos por hora que los hombres en 2017. Hay una diferencia considerable entre determinados Estados miembros. Las mayores diferencias salariales entre hombres y mujeres se dan en Estonia (25,6%), República Checa (21,1%) y Alemania (21,0%). Las menores diferencias salariales entre hombres y mujeres se dan en Rumanía (3,5%), Luxemburgo (5,0%) e Italia (5,0%). Los avances son muy lentos, pues sólo han disminuido un 1 % en los últimos 7 años. Según Eurostat, las mujeres francesas ganan de media un 15,5% menos que los hombres. Por ejemplo, en 2020, las mujeres francesas empezaron a trabajar “sin sueldo” desde el 4 de noviembre hasta el final del año debido a las desigualdades salariales.
- Las mujeres tienen menos acceso a la protección social y a los servicios financieros
Las desigualdades de género en el mercado laboral se traducen en un menor acceso a la protección social adquirida a través del empleo, como las pensiones, las prestaciones de desempleo o la protección de la maternidad. Los salarios más bajos se traducen en un menor acceso al capital financiero.
- Las mujeres se ven limitadas para alcanzar los más altos puestos de liderazgo
Las mujeres también se enfrentan a otras barreras, como el llamado “techo de cristal”, que se utiliza como metáfora de las barreras para alcanzar altos puestos en la jerarquía. Sólo el 5% de los directores generales de Fortune 500 son mujeres.
- Las mujeres se encargan de forma desproporcionada del trabajo de cuidados no remunerado y no reconocido
El trabajo de cuidados no remunerado sigue sin ser reconocido, a pesar de su importancia para el funcionamiento de la economía. Según ONU Mujeres (5), las mujeres suelen dedicar alrededor de 2,5 veces más tiempo al trabajo de cuidados no remunerado que los hombres. Además, si se asignara un valor monetario al trabajo no remunerado de las mujeres, constituiría entre el 10 y el 39% del PIB.
- Las mujeres tienen menos probabilidades de convertirse en empresarias
En el 40% de las economías, la actividad empresarial de las mujeres en su fase inicial (es decir, ser empresarias incipientes o propietarias de una empresa) sólo representa la mitad o menos que la de los hombres (8).