La premisa general (al menos en teoría) es que todos los países están diseñados para proporcionar seguridad física, derechos y libertades a su población. Organizar la provisión de bienes públicos y comunes es una tarea importante para lograr este objetivo. La forma en que los países lo hacen depende de la opinión del gobierno sobre el bienestar social
En 1990, el sociólogo danés G. Esping-Andersen desarrolló un modelo para asignar los estados de bienestar a tres grupos principales: socialdemócrata, liberal y corporativo-conservador.21 Esta clasificación se basa en dos factores clave: (1) la mercantilización, es decir, la función grado en que la prestación de servicios asistenciales depende del mercado; y (2) el grado de asignaciones colectivas. Para crear el índice, el autor utilizó los indicadores de las pensiones de vejez, la asistencia sanitaria, y del seguro de desempleo. Además de este índice, se utilizaron diversos indicadores de bienestar y se comprobó la coherencia de los países con los resultados obtenidos.22
Según este estudio, Australia, Canadá, Japón, Suiza y Estados Unidos son Estados de bienestar liberales; Austria, Bélgica, Francia, Alemania e Italia son Estados de bienestar conservadores; y Dinamarca, Finlandia, Países Bajos, Noruega y Suecia son Estados de bienestar socialdemócratas. Diez años después, R.E. Goodin, B. Headey, R. Muffels y H.-J. Dirven (1999) también dividieron los Estados de bienestar ense clases y, en general, replicaron a Esping-Andersen (1990) resultados.23
Un sistema de bienestar liberal da prioridad al crecimiento económico. El sistema se caracteriza por modestas transferencias universales o planes de seguridad social. Las prestaciones sociales tienden a cubrir las necesidades de la clase trabajadora de bajos ingresos. La elegibilidad suele estar estigmatizada y los umbrales de ayuda están diseñados para que la gente no elija la asistencia social en lugar del trabajo. El objetivo de este sistema es crear una situación en la que todos los que puedan realizar un trabajo remunerado lo hagan con el fin de para garantizar su propio bienestar. En un Estado de bienestar liberal, tanto la pobreza como la estratificación social son elevadas. Los valores positivos de este sistema son la igualdad de oportunidades, la competencia y los derechos sociales.24
El sistema de bienestar socialdemócrata es altamente igualitario en su propósito y llamativamente universal en su estilo político. Los socialdemócratas no pretenden simplemente erradicar la pobreza, sino que en general se esfuerzan por promover la igualdad social. Este sistema se caracteriza por un elevado gasto social, la desmercantilización de los derechos sociales y social estratificación. El Estado también se ocupa de los niños, los ancianos y los desamparados. Así, todos los residentes del país están conectados a un sistema de seguro universal, del que todos reciben una ayuda basada en los ingresos y en el que todos tienen los mismos derechos, independientemente de su estatus o sexo. Este sistema crea una solidaridad con el Estado entre los ciudadanos, ya que todos dependen del Estado y también se sienten obligados a pagar impuestos para mantener el sistema.
Al mismo tiempo, los elevados costes sociales pueden tener consecuencias negativas, como el deseo deliberado de estar desempleado y recibir prestaciones. Un hecho positivo es que la creación de condiciones favorables ayuda a la persona a adaptarse rápidamente a una situación cambiante. Conocer el apoyo adecuado is allí ien caso de accidente o pérdida de empleo reduce la sensibilidad individual al riesgo. El sistema de seguro de enfermedad es importante para el desarrollo de la salud en todo el país. Si una persona está enferma y la prestación por enfermedad es decente, el ciudadano elige la opción más razonable: se queda en casa para curarse.25
En a sistema corporativo-conservador se margina el mercado como potencial garante del bienestar, y la garantía de los derechos sociales no es visto como una alternativa viable para lograr el material bienestar. Este sistema busca preservar las jerarquías sociales y los estatus sociales. Como el Estado se centra en mantener las diferencias de estatus, el efecto redistributivo del Estado no es significativo. El sistema está mayormente influenciado por la iglesia y está comprometido con el mantenimiento de los valores familiares tradicionales. En este sistema, la familia es el principal proveedor de servicios de bienestar. La intervención del Estado consiste principalmente en distribuir ayudas económicas a las familias, que deben garantizar el funcionamiento de los servicios de bienestar. La seguridad social suele excluir a las mujeres desempleadas, pero las prestaciones familiares favorecen a las madres. Las guarderías y otras instituciones que prestan servicios de asistencia están en su mayoría poco desarrolladas.26
Independientemente de si la actitud del Estado hacia las prestaciones sociales es liberal, socialdemócrata o conservadora, la tarea de todos los países es organizar la distribución de los bienes públicos y comunes para maximizar el bienestar de sus ciudadanos. Todos los gobiernos se dedican a administrar los tribunales, proporcionar una fuerza policial y garantizar la continuidad de las instituciones gobernantes. Además, casi todas las naciones de la historia han tenido un ejército, todos los estados modernos han llevado a cabo algunas actividades de protección del medio ambiente y apoyan la investigación. Todos los gobiernos gastan en cosas como defensa, investigación, aire limpio y carreteras. Al mismo tiempo, la mayoría de los gobiernos también son se ocupan deed con la seguridad social. Se trata de ayudas por enfermedad, accidentes laborales, incapacidad laboral y desempleo. Todos los servicios mencionados son de carácter público o común.27 Las diferencias entre países sólo se manifiestan en la elección de los medios para alcanzar los objetivos.
