5. El consenso fiscal: ¿Cómo han afectado las recomendaciones de política fiscal a los países en desarrollo?
Hay quien sostiene que la fiscalidad sin representación sigue existiendo hoy en día, ya que las normas fiscales mundiales se elaboran sin la aportación de los países empobrecidos, lo que los convierte, por definición, en no representativos. En lugar de rendir cuentas a sus ciudadanos, muchos gobiernos del Sur son, de hecho, más responsables ante los donantes y las instituciones financieras internacionales (IFI) que les proporcionan ayuda y deuda, especialmente porque muchos gobiernos de países del Sur dependen de la ayuda y la deuda para un alto porcentaje de sus ingresos. Los donantes y las IFI pueden imponer condiciones a su ayuda (llamada “ayuda ligada”) o condiciones a la deuda (es decir, préstamos). Las políticas exigidas por estas condiciones pueden dificultar el aumento de los ingresos del gobierno a través de los impuestos.
El “consenso fiscal” se refiere a este conjunto de principios generales a los que los donantes multilaterales, en particular, se han adherido en sus recomendaciones de política fiscal a los países en desarrollo15. Christian Aid examinó el papel del FMI en la promoción de determinadas políticas fiscales en 18 países subsaharianos para encontrar patrones en sus recomendaciones, & descubrió que el FMI intenta imponer una política fiscal “única” a los países, independientemente de su situación específica16. Por ejemplo, un elemento clave del consenso fiscal ha sido el enfoque en los impuestos indirectos, en particular el cambio hacia un Impuesto sobre el Valor Añadido, que es un impuesto regresivo, ya que se aplica por igual a todos, independientemente de sus ingresos, y, como se ha mencionado, puede tener un impacto desproporcionado en las mujeres y las niñas.
La deuda se utilizó como vehículo para esta condicionalidad a lo largo de la Crisis de la Deuda en los años 80 y 90 en el Sur Global. Esta crisis de la deuda condujo a la concesión de más préstamos al Sur Global por parte de las IFI, como el Banco Mundial y el FMI [véase el artículo de FreshUp sobre la deuda]. La condicionalidad exigida para acceder a los préstamos incluía minimizar la fiscalidad de los inversores extranjeros. Sin embargo, antes de esto, gravar a los inversores extranjeros era una importante palanca para aumentar los ingresos del gobierno.
Un estudio que explora las recomendaciones del FMI para 18 países subsaharianos entre 1992 y 2008 descubrió que uno de los cambios fiscales más recomendados era la introducción del IVA.17 El uso de los impuestos “del pecado” ha demostrado ser popular en el consenso fiscal. Sin embargo, esta estrategia puede tener efectos negativos tanto para los consumidores como para los productores pobres. Un ejemplo es el de la India, donde los impuestos regresivos sobre el queroseno y la parafina afectaron a los indios pobres.
