Evidentemente, seguir como hasta ahora no es una opción. Pero, ¿cómo debería ser la transformación hacia una economía sostenible y respetuosa con el clima? Las siguientes estrategias difieren en sus supuestos y enfoques básicos.
La estrategia liberal de mercado, basada en las ideas neoclásicas y en las de Friedrich von Hayek, considera que el mercado es la institución que combina la acción individual y el bienestar social. Está representada por la imagen de la “mano invisible”, que representa la acción que conduce involuntariamente a un resultado social óptimo. Regula la oferta y la demanda mediante el mecanismo del mercado. Así, la búsqueda de los propios intereses puede servir al bien común mejor que cualquier planificación económica. El Estado se considera un aparato coercitivo cuya influencia en la acción económica concreta debe minimizarse. La economía de mercado y el libre comercio son los mejores requisitos para una actividad económica sostenible. Si hay un mercado y un sistema de propiedad que funcionan, se puede confiar en que la próxima transformación tendrá éxito espontáneamente con la ayuda de los procesos de mercado. La tarea de la política liberal de mercado consiste únicamente en garantizar el marco jurídico adecuado. Dentro de este modelo, el espectro va desde posiciones libertarias que buscan minimizar la intervención del Estado (en la tradición de Hayek) hasta posiciones neoclásicas que optan por corregir los fallos del mercado (por ejemplo, mediante un impuesto sobre el carbono (CO2)). Los fallos del mercado pueden evitarse si los bienes ecológicos, como la buena calidad del aire y del agua, tienen un precio, ya que así se utilizan de forma óptima los recursos y factores de producción escasos. La expansión asociada de los mercados está dando lugar a la mercantilización de cada vez más aspectos de la vida que antes no tenían precio.
La estrategia de una transformación socioecológica es el resultado de los enormes desafíos medioambientales actuales. Se inspira en Karl Polanyi, en diversas teorías socioeconómicas, en la investigación sobre la transformación socioecológica y, en parte, también en Keynes. Según esta estrategia, es necesaria una transformación fundamental que abra nuevos caminos hacia una economía sostenible y justa. Dentro de esta estrategia, el espectro va desde las ideas pragmáticas hasta las radicales de transformación socioecológica. Una posición pragmática es, por ejemplo, la del Consejo Asesor Alemán sobre el Cambio Global (WBGU), que propone un nuevo contrato social global para un orden económico mundial sostenible. Este enfoque de la modernización ecológica combina innovaciones sociales y sistémicas. Un sector público fuerte, una buena política pública de tecnología e innovación y las infraestructuras públicas crean conjuntamente oportunidades de “transformación por diseño”. Sin embargo, el crecimiento económico sigue siendo importante para resolver los conflictos de distribución mediante el reparto de un “pastel” cada vez más grande. La sostenibilidad económica, social y ecológica puede lograrse desvinculando el crecimiento económico del consumo de recursos y las emisiones.
El movimiento del decrecimiento reclama, entre otras cosas, una transformación socioecológica radical. Destaca dos obstáculos principales para la sostenibilidad, que hay que superar: el imperativo del crecimiento y la tendencia a la mercantilización de todos los ámbitos de la vida humana. Como la disociación absoluta no se ha producido hasta ahora, ni se necesita una estrategia viable para la reducción radical del uso de materiales y de las emisiones, pide que se abandone el imperativo de crecimiento de las economías. En lugar de hacer crecer la prosperidad material y el consumo, hay que centrarse en hacer crecer el bienestar y la suficiencia humana. Por lo tanto, es necesaria la descomodificación, ya que muchas áreas no son adecuadas para ser comercializadas como bienes en el mercado. Si los elementos básicos de una buena vida, desde el aire puro y el agua, hasta la buena educación, la sanidad pública y el transporte público se proporcionan a todo el mundo, en lugar de comerciar con ellos en los mercados, el bienestar depende menos de los ingresos (crecientes) y del consumo. Se trata de una visión de profunda transformación que conduce a una economía verdaderamente sostenible y equitativa. Los planteamientos son políticos y se apoyan en gran medida en los movimientos sociales -como Viernes por el Futuro- para ejercer presión “desde abajo”, procedente de la sociedad civil, con el fin de iniciar cambios sistémicos. Implica la resistencia a desarrollos indeseables (por ejemplo, la minería del lignito), así como nuevas formas de actividad económica sostenible, como el movimiento de los bienes comunes, los empresarios sociales o las cooperativas. El siguiente cuadro compara los principios de las distintas estrategias:
| Estrategia liberal de mercado | Estrategia pragmática de una transformación socioecológica | Estrategia radical de transformación socioecológica | |
| Inspirado por | Hayek, economía neoclásica | Polanyi, Keynes, socioeconomía, economía medioambiental, economía ecológica | Polanyi, socioeconomía, economía ecológica |
| Objetivo | Garantizar la organización del mercado, la competitividad y el crecimiento | Desvincular el crecimiento económico del aumento del consumo de recursos | Alejarse del imperativo del crecimiento, alternativas socio-ecológicas |
| Comodificación | Sí | Parcialmente | No |
| Transformación | Transformación espontánea | Transformación por diseño | Innovación social para el cambio sistémico |
Cuadro 2 Estrategias para economías sostenibles14
