Resumen
¿Qué significa sostenibilidad?
El término sostenibilidad procede originalmente de la silvicultura; sólo se deben talar tantos árboles como vuelvan a crecer mediante nuevas plantaciones, manteniendo constantes las poblaciones de árboles y los rendimientos. Los conceptos de sostenibilidad débil y fuerte ofrecen respuestas diferentes a la cuestión de qué significa mantener una población sostenible.
La sostenibilidad débil se aplica en la economía medioambiental y se basa en el principio de intercambiabilidad; el capital natural (recursos naturales) puede ser sustituido por el capital físico (por ejemplo, máquinas o infraestructuras materiales) y el capital humano (por ejemplo, conocimientos). Los tres ámbitos, medio ambiente, sociedad y economía, existen por separado e interactúan mediante el intercambio de recursos. El capital físico se denota en la esfera económica, el capital humano en la esfera social y el capital natural en la esfera ecológica. La sostenibilidad significa mantener constante el valor total del stock de capital (la suma de los tres tipos de capital) y aumentarlo cuando sea posible. El capital natural, el físico y el humano son comparables y mutuamente sustituibles, es decir, intercambiables, mediante una medida, el dinero. Para llevar a cabo este intercambio, se necesitan métodos de comparación, por ejemplo un análisis de costes y beneficios.
Se pueden crear mercados en los que se comercie con las tres formas de capital. Esto lleva a la mercantilización, es decir, a que los bienes libres, como el aire y el agua, que son fundamentales para la vida, se conviertan en mercancías, que pueden comercializarse como cualquier otro bien. Por lo tanto, no se considera problemático que el capital natural se reduzca hoy en día a medida que las regiones se convierten en desiertos, siempre que al mismo tiempo aumente el capital físico, por ejemplo, mediante la construcción de carreteras. Gracias a la intercambiabilidad, los daños medioambientales pueden compensarse económicamente. Los que vuelan pueden “compensar” las emisiones causadas con pagos de compensación, por ejemplo en proyectos de reforestación.
El concepto clave de la sostenibilidad débil es la optimización, el concepto neoclásico de la mejor asignación posible de recursos escasos. Para asignar los recursos de forma óptima, hay que considerar y calcular las externalidades. Las externalidades son causadas por los actores sin que éstos asuman los costes resultantes. Por ejemplo, cuando una empresa emite aire contaminado por una chimenea sin instalar filtros ni pagar indemnizaciones a los afectados. Si las externalidades no se incluyen en el precio, el resultado óptimo del mercado no se corresponde con el resultado social óptimo, lo que provoca un fallo del mercado debido a las falsas señales de precios. La internalización de los efectos externos, como la compensación monetaria por los daños medioambientales, es por tanto el instrumento central del concepto de sostenibilidad débil: Mediante los “precios correctos”, las cargas medioambientales hasta ahora externalizadas se internalizan, es decir, se incluyen en los precios. Ejemplos de ello son los gravámenes o impuestos sobre el agua o el aire contaminados, así como los certificados de emisión. La sostenibilidad débil sigue el principio de “quien contamina paga”: quien genera los costes ecológicos y sociales también debe asumirlos. Sin embargo, no está tan claro cuál debe ser el precio “correcto” por la extinción de una especie o la degradación de los ecosistemas.
La sostenibilidad fuerte está en el centro de los debates de la economía ecológica, que van más allá de discutir una asignación óptima de los recursos. La sostenibilidad fuerte se basa en el principio de integración: la economía es un subsistema, integrado en la sociedad y en la esfera biofísica. La sostenibilidad fuerte asume que la vida económica y social se basa en ecosistemas insustituibles y entrelazados que deben ser preservados. Las actividades económicas se enfrentan a límites ecológicos. La sustituibilidad de la naturaleza por otros tipos de capital es limitada. En lugar de la idea de optimización, una sostenibilidad sólida requiere una visión holística y sistémica de los sistemas socioecológicos y una deliberación razonable entre las alternativas. Desde este punto de vista, los tres ámbitos del medio ambiente, los asuntos sociales y la economía son en muchos aspectos inconmensurables, es decir, no son comparables con una medida y, por tanto, no son intercambiables entre sí.
En la comprensión de la sostenibilidad fuerte, la naturaleza no es un stock de recursos (capital), sino un ecosistema complejo que proporciona a la humanidad funciones vitales. La naturaleza tiene un valor intrínseco porque hay diferencias cualitativas entre el capital producido y la naturaleza; el primero es reproducible (por ejemplo, se pueden construir nuevos puentes), la destrucción de la naturaleza suele ser irreversible. Los peces de un acuario pueden convertirse en una sopa de pescado, pero la sopa de pescado no puede convertirse en peces para un acuario”.
La sostenibilidad sólida se basa en el principio de precaución: hay que evitar o reducir los posibles daños o la contaminación del medio ambiente que puedan resultar peligrosos para las personas, aunque no haya certeza de que se produzcan.
| Débil sostenibilidad | Fuerte sostenibilidad | |
| Significado de la sostenibilidad | Mantener o aumentar el valor global del capital social | Mantener las “reservas” insustituibles de recursos naturales y ecosistemas críticos |
| Idea clave | Intercambiabilidad del capital natural y otros tipos de capital (maquinaria, capital humano, dinero) | Incrustación; la sustituibilidad de la naturaleza con otros tipos de capital es limitada |
| Conceptos clave | Optimización (la mejor asignación posible de recursos escasos) Internalización de los efectos externos (principio de quien contamina paga) | Incomensurabilidad (no es comparable con una medida, por ejemplo, el dinero); Deliberación entre alternativasPrincipio de precaución |
| Representación gráfica | ||
| Consecuencias | Compensación monetaria por daños medioambientales (pagos compensatorios) | La actividad humana puede tener consecuencias irreversibles |
| Disciplinas económicas | Economía medioambiental, economía de los recursos | Economía ecológica |
Cuadro 1: Comparación de la sostenibilidad fuerte y débil1
Estrategias para que las economías se adapten al futuro
¿Cómo debería ser la transformación hacia una economía sostenible y respetuosa con el clima? Las siguientes estrategias difieren en sus supuestos y enfoques básicos.
La estrategia liberal de mercado, basada en las ideas neoclásicas y en las de Friedrich von Hayek, considera que el mercado es la institución que combina la acción individual y el bienestar social. Está representada por la imagen de la “mano invisible”, que representa la acción que conduce involuntariamente a un resultado social óptimo. Regula la oferta y la demanda mediante el mecanismo del mercado. Así, la búsqueda de los propios intereses puede servir al bien común mejor que cualquier planificación económica. El Estado se considera un aparato coercitivo cuya influencia en la acción económica concreta debe minimizarse. La economía de mercado y el libre comercio son los mejores requisitos para una actividad económica sostenible. Si hay un mercado y un sistema de propiedad que funcionan, se puede confiar en que la próxima transformación tendrá éxito espontáneamente con la ayuda de los procesos de mercado. La tarea de la política liberal de mercado consiste únicamente en garantizar el marco jurídico adecuado. Dentro de este modelo, el espectro va desde posiciones libertarias que buscan minimizar la intervención del Estado (en la tradición de Hayek) hasta posiciones neoclásicas que optan por corregir los fallos del mercado (por ejemplo, mediante un impuesto sobre el carbono (CO2)). Los fallos del mercado pueden evitarse si los bienes ecológicos, como la buena calidad del aire y del agua, tienen un precio, ya que así se utilizan de forma óptima los recursos y factores de producción escasos. La expansión asociada de los mercados está dando lugar a la mercantilización de cada vez más aspectos de la vida que antes no tenían precio.
La estrategia de una transformación socioecológica es el resultado de los enormes desafíos medioambientales actuales. Se inspira en Karl Polanyi, en diversas teorías socioeconómicas, en la investigación sobre la transformación socioecológica y, en parte, también en Keynes. Según esta estrategia, es necesaria una transformación fundamental que abra nuevos caminos hacia una economía sostenible y justa. Dentro de esta estrategia, el espectro va desde las ideas pragmáticas hasta las radicales de transformación socioecológica. Una posición pragmática es, por ejemplo, la del Consejo Asesor Alemán sobre el Cambio Global (WBGU), que propone un nuevo contrato social global para un orden económico mundial sostenible. Este enfoque de la modernización ecológica combina innovaciones sociales y sistémicas. Un sector público fuerte, una buena política pública de tecnología e innovación y las infraestructuras públicas crean conjuntamente oportunidades de “transformación por diseño”. Sin embargo, el crecimiento económico sigue siendo importante para resolver los conflictos de distribución mediante el reparto de un “pastel” cada vez más grande. La sostenibilidad económica, social y ecológica puede lograrse desvinculando el crecimiento económico del consumo de recursos y las emisiones.
El movimiento del decrecimiento reclama, entre otras cosas, una transformación socioecológica radical. Destaca dos obstáculos principales para la sostenibilidad, que hay que superar: el imperativo del crecimiento y la tendencia a la mercantilización de todos los ámbitos de la vida humana. Como la disociación absoluta no se ha producido hasta ahora, ni se necesita una estrategia viable para la reducción radical del uso de materiales y de las emisiones, pide que se abandone el imperativo de crecimiento de las economías. En lugar de hacer crecer la prosperidad material y el consumo, hay que centrarse en hacer crecer el bienestar y la suficiencia humana. Por lo tanto, es necesaria la descomodificación, ya que muchas áreas no son adecuadas para ser comercializadas como bienes en el mercado. Si los elementos básicos de una buena vida, desde el aire puro y el agua, hasta la buena educación, la sanidad pública y el transporte público se proporcionan a todo el mundo, en lugar de comerciar con ellos en los mercados, el bienestar depende menos de los ingresos (crecientes) y del consumo.
Se trata de una visión de profunda transformación, que conduce a una economía verdaderamente sostenible y equitativa. Los planteamientos son políticos y se basan en gran medida en los movimientos sociales -como Viernes por el Futuro- para ejercer una presión “desde abajo” procedente de la sociedad civil, con el fin de iniciar cambios sistémicos. Implica la resistencia a desarrollos indeseables (por ejemplo, la minería del lignito), así como nuevas formas de actividad económica sostenible, como el movimiento de los bienes comunes, los empresarios sociales o las cooperativas. El siguiente cuadro compara los principios de las distintas estrategias:
| Estrategia liberal de mercado | Estrategia pragmática de una transformación socioecológica | Estrategia radical de transformación socioecológica | |
| Inspirado por | Hayek, economía neoclásica | Polanyi, Keynes, socioeconomía, economía medioambiental, economía ecológica | Polanyi, socioeconomía, economía ecológica |
| Objetivo | Garantizar la organización del mercado, la competitividad y el crecimiento | Desvincular el crecimiento económico del aumento del consumo de recursos | Alejarse del imperativo del crecimiento, alternativas socio-ecológicas |
| Comodificación | Sí | Parcialmente | No |
| Transformación | Transformación espontánea | Transformación por diseño | Innovación social para el cambio sistémico |
Cuadro 2: Estrategias para economías sostenibles2
