3. CRÍTICAS: PARADIGMA NEOCLÁSICO VS. FEMINISTA PARADIGMA FEMINISTA

La economía feminista critica el paradigma neoclásico y sus correlatos políticos. A continuación resumimos los supuestos clave de ambos paradigmas destacando las principales diferencias.^8,9,10

	Paradigma neoclásico	Paradigma feminista
Bases	El paradigma neoclásico se considera la corriente principal y está arraigado en discursos y metodologías complejas y técnicas. Prevalece tanto en las instituciones académicas como en las políticas.	El paradigma feminista carece de una base teórica integrada y de plataformas comunes para debatir y difundir puntos de vista alternativos.
Palabras clave	Las palabras clave son: libre mercado, competencia, individualismo, racionalidad, intereses individuales, separación de fines y medios, crecimiento y progreso como objetivos últimos y principios universales de evolución social	Las palabras clave son: género, inclusión, igualdad, solidaridad, relaciones sociales, acción y reproducción, trabajo doméstico no remunerado y cuidados, bienestar humano como medida de éxito económico, dimensiones éticas
Actores	“Homo Economicus” = una figura universal, un agente activo en el mercado laboral que es autosuficiente, egoísta y racional. El homo economicus está libre de la influencia de la sociedad y tiene preferencias claramente definidas. Actúa en un mercado ideal basado en el interés propio en el que los precios son el único medio de comunicación. El Homo Economicus tiene deseos ilimitados y recursos limitados y es capaz de optimizar sus elecciones.	“Seres humanos relacionales” = las personas son relacionales y se definen por muchas variables (por ejemplo, el género, la edad, la raza, la clase social, la religión, las creencias, los valores, la situación migratoria, la situación familiar, etc.). Están influidas por las sociedades en las que viven. Las elecciones de las personas están influenciadas por muchos factores, y tienen diferentes oportunidades derivadas de posiciones desiguales.
Libre comercio	Los economistas neoclásicos siguen la teoría de la ventaja comparativa de David Ricardo y consideran que el comercio es una herramienta que ayuda a todos a tener una mejor posición gracias a las ganancias de eficiencia derivadas de la especialización y la mayor eficiencia.	Por el contrario, las economistas feministas señalan que la especialización puede conducir a una mayor vulnerabilidad. Un ejemplo es la especialización en el cultivo de una sola cosecha comercial para la exportación en África, que conduce a la vulnerabilidad ante las fluctuaciones de los precios, las condiciones meteorológicas o las plagas. Además, los ingresos de los cultivos comerciales están tradicionalmente controlados por los hombres.
Familia	La familia es una unidad económica que busca su propio interés fuera del hogar, mientras que se comporta de forma altruista dentro para reducir posibles conflictos. Los miembros de la familia se especializan en actividades en las que tienen una ventaja comparativa: los hombres en el mercado laboral, las mujeres en el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado. (Basado en el modelo de “nueva familia” de Gary Becker en los años 70)	La familia se considera una institución social respaldada por leyes. Así, el Estado es un actor importante que interviene en las familias. Según las economistas feministas, la familia tiene un papel crucial en el desarrollo de los futuros ciudadanos. El trabajo doméstico y de cuidados está distribuido de forma desigual. La familia limita o permite las libertades de las mujeres.
Trabajo	El cuidado de los niños y el trabajo doméstico se consideran actividades no comerciales. Por lo tanto, su valor no se incluye en las variables que crean el crecimiento económico.	El cuidado de los niños y el trabajo doméstico son fenómenos importantes que deben valorarse e incorporarse a las cuentas nacionales.
Potencia	El enfoque neoclásico considera la venta de mano de obra como un intercambio mutuamente beneficioso. Como tal, la noción de poder no es un problema, ya que ambas partes, un empleador y un empleado, son iguales sin importar su género.	El enfoque feminista exige que se preste atención a las desigualdades de poder en las relaciones entre empresarios y empleados, ya que a menudo se favorece a los hombres y las mujeres tienden a estar en desventaja en el lugar de trabajo. El poder y el patriarcado son términos importantes a tener en cuenta al analizar la funcionalidad de las instituciones económicas.
Inequidades	Las teorías neoclásicas convencionales consideran que las desigualdades en el mercado de trabajo son el resultado de la libre elección de mujeres y hombres. Las mujeres y los hombres tienen preferencias o capacidades diferentes que se traducen en un estatus y una posición diferentes.	Las economistas feministas consideran que desigualdades como las diferencias salariales entre hombres y mujeres, la segregación laboral o el techo de cristal son consecuencia de la discriminación, las creencias patriarcales, el sexismo o los estereotipos.