La economía feminista puede considerarse tanto una escuela de pensamiento económico como una acción política. Existen diferentes definiciones del término “economía feminista”. La que se menciona a continuación ofrece una explicación exhaustiva:
“La economía feminista analiza la interrelación entre el género y la economía. De este modo, la economía feminista también tiene en cuenta la parte no remunerada y no comercial de la economía y la sociedad, y examina las fuerzas motrices que subyacen a dicotomías comunes como económico-social, productivo-reproductivo, masculino-femenino, remunerado-no remunerado o público-privado. Además, la economía feminista analiza el patriarcado y el capitalismo como formas de dominación interrelacionadas. En este contexto, surgen preguntas sobre la distribución y disposición de la propiedad, la renta, el poder, el conocimiento y el propio cuerpo”.5
