Ni las escuelas de economía clásicas, ni las neoclásicas, ni las marxistas, ni las keynesianas han reconocido el problema de la escala económica. Todas ellas han valorado siempre el crecimiento económico, ya que en el momento en que se desarrollaron los problemas medioambientales no eran una preocupación real. La contribución más importante de la economía ecológica es el argumento de que la economía humana es un subsistema del sistema natural de apoyo a la vida de la Tierra finita. Este argumento lleva implícita una nueva medida de la salud económica, el valor de la vida en lugar del valor monetario de lo que las economías producen y distribuyen.
En las últimas décadas hemos comprendido que el cambio climático y la contaminación atmosférica son problemas medioambientales importantes que nos afectan a todos. El principal punto de tensión es que, aunque regulaciones como las políticas de energía verde pueden conducir a notables mejoras medioambientales y beneficios para la salud, también imponen costes de producción adicionales a las empresas, especialmente en sectores expuestos al comercio e intensivos en mano de obra y energía.
Sin embargo, las escuelas de economía ecológica sostienen que los beneficios de estas normativas medioambientales probablemente superen cualquier coste. Las políticas de crecimiento verde pretenden mejorar la calidad del medio ambiente y el crecimiento económico al mismo tiempo. Una transición exitosa hacia el crecimiento verde puede crear nuevas oportunidades para los trabajadores, ya que la creación de empleo puede lograrse en una serie de sectores económicos con baja intensidad de emisiones, mientras que la destrucción de puestos de trabajo se produce en los sectores intensivos en emisiones.
Probablemente, en la mayoría de los países, la reducción de puestos de trabajo en el escenario central afectará sobre todo a los “obreros y trabajadores agrícolas”. Esta categoría laboral está empleada en gran medida en los sectores de la energía y en las industrias de alto consumo energético, que son los sectores más afectados. Los trabajadores de las categorías “Servicios y ventas” y “Directivos y funcionarios” suelen ser los más beneficiados en términos de ingresos salariales, ya que estas categorías laborales están más representadas en los sectores menos afectados por la política (como los servicios).
El éxito de las políticas de crecimiento verde depende de la capacidad de las empresas y los trabajadores para adaptarse a los cambios en las estructuras económicas inducidos por las políticas. Conocer mejor las categorías de empleo más vulnerables al aplicar las políticas de crecimiento verde es fundamental para ajustar las políticas de educación y formación, así como los esquemas redistributivos que se acomoden a los objetivos del crecimiento verde.
